SIGNOS
PRESUNTIVOS DEL EMBARAZO:
Tal
vez el primer signo presuntivo del embarazo sea la amenorrea o ausencia del
período menstrual. Debido a que puede ocurrir amenorrea por causas distintas a
un embarazo, no siempre es tomada en cuenta, especialmente si la mujer no tiene
ciclos regulares. Sin embargo, pueden presentarse varios signos más que, junto
a la amenorrea sugieren un embarazo, como son: la hipersensibilidad en los
pezones, mareos, vómitos matutinos, somnolencia, alteración en la percepción de
olores, y deseos intensos de ciertos tipos de alimentos (antojos). Esto lo
puedes notar a partir del segundo al tercer mes de la concepción.
FATIGA:
Otro
signo de sospecha del embarazo es el cansancio, caracterizada por astenia,
debilidad y somnolencia. Aunque algunas mujeres sienten energía renovada, la
mayoría confesarían sentir intensa fatiga. Algunas afirman quedarse dormidas a
cualquier hora del día, a veces al poco de haber salido de la cama, y otras
aseguran sentir tal somnolencia en la sobremesa. Otras sienten cansancio
pronunciado al llegar la noche. Dicha fatiga es a menudo incontrolable y exige
el sueño. Nunca se ha encontrado una explicación a este extraño deseo de
dormir. Es un síntoma frecuente en los primeros meses del embarazo y se cree
que es un efecto de la elevada producción de progesterona. Esta hormona es un
sedante para los seres humanos, con fuertes efectos tranquilizantes e
hipnóticos.4 En las etapas posteriores se presenta otro tipo de fatiga debida
simplemente a cansancio corporal, pero rara vez ocurre en el primer trimestre
del embarazo.
INTERRUPCIÓN DE
LA MENSTRUACIÓN:
Al
cabo de dos semanas de ocurrida la fecundación se notará la ausencia de
menstruación. El cese de la menstruación en una mujer sana en edad reproductiva
y sexualmente activa, que hasta entonces ha tenido un ciclo menstrual regular y
predecibles, es un signo muy sugestivo del embarazo. Es un signo sospechoso del
embarazo denominado amenorrea y no es exclusivo de la gestación. Además del
embarazo son causas de la amenorrea enfermedades físicas (algunas de cierta
gravedad, como tumores del ovario, trastornos de la glándula tiroides y muchas
otras), un choque muy fuerte, anorexia, el efecto de un viaje en avión, una
operación, estrés o la ansiedad pueden retrasar la menstruación.
En
ocasiones, después de la concepción, se observan uno o dos episodios de
hemorragia uterina que simulan la menstruación y se confunden con ella. Es
denominado signo de Long-Evans y es más frecuente en multíparas que en
primigestas.
GUSTOS Y
ANTOJOS:
El
cambio en el gusto y la preferencia por ciertos alimentos puede ser uno de los
primeros signos. Es común el rechazo a ciertos alimentos, bebidas y olores como
el humo de los cigarrillos.5 A menudo se describe un sabor metálico en la boca
que hace variar el gusto por los alimentos. Se cree que los antojos se deben al
aumento de los niveles hormonales; a veces se experimentan en la segunda mitad
del ciclo menstrual por el mismo motivo. No satisfaga antojos con alimentos de
alto contenido calórico, cuyo poder nutritivo sea bajo.
DESEOS
FRECUENTES DE ORINAR:
A
medida que se extiende el útero, oprime la vejiga. Por tanto, ésta trata de
expulsar pequeñas cantidades de orina, y muchas mujeres sienten deseos
frecuentes de orinar desde la primera semana tras la concepción; quizás
necesiten ir al cuarto de baño cada hora. Esto también se debe al efecto de la
progesterona, ya que es un potente relajante de músculo liso,6 (que es el
músculo del cual está formado la vejiga, el útero y otros órganos) lo cual
sirve para manterner al útero en reposo hasta el momento del parto. Salvo que
sienta ardor o dolor al orinar, no es necesario que consulte al médico. Hacia
las 12 semanas, el tamaño del útero aumentará, de modo que subirá y saldrá de
la cavidad pelviana. Esto reducirá la presión sobre la vejiga y la frecuencia
de la micción por lo que la vejiga se va hacia un lado.
CAMBIOS
EN LAS MAMAS:
Ocurre
congestión y turgencia en los senos debido al factor hormonal y la aparición
del calostro. Puede aparecer en etapas precoces de la gestación por el aumento
de la prolactina, entre otras hormonas. Las areolas se vuelven más sensibles e
hiperpigmentadas.
MANIFESTACIONES
CUTÁNEAS:
Existe
una hiperpigmentación de ciertas áreas de la piel durante el embarazo. Aparecen
también en algunas embarazadas estrías abdominales y a nivel de las mamas. En
otras mujeres se nota la aparición de cloasmas a nivel de la piel de la cara.
Estas hiperpigmentaciones pueden presentarse con uso de anticonceptivos orales
y en enfermedades del colágeno, mientras que las estrías son también un signo
en el síndrome de Cushing.
MUCOSA
VAGINAL:
Como
consecuencia del aumento en la vascularización de la vagina y el cuello del
útero durante el embarazo por el efecto vascularizante de la progesterona, se nota
que la mucosa de estas estructuras se vuelve de un color violeta. A este cambio
azulado de la mucosa vaginal.
SIGNOS
DE PROBABILIDAD:
Son
signos y síntomas fundamentalmente característicos del embarazo que aportan un
alto nivel de probabilidad al diagnóstico del embarazo.
Determinaciones
hormonales:
La
presencia de la hormona gonadotropina coriónica humana (hCG) en el plasma
materno y su excreción por la orina son la base de los estudios hormonales del
embarazo. La producción de esta hormona por el sincitiotrofoblasto comienza muy
temprano en el embarazo. Las pruebas sensibles pueden detectar a la hormona hCG
en el plasma materno o en la orina 9 o 10 días después de la ovulación.9 Esta
hormona es la base de la mayoría de las pruebas de embarazo, aunque pueden usar
técnicas diferentes, como el radioinmunoensayo, anticuerpos monoclonales,
inmunofluorescencia y las pruebas caseras que usan el principio de
hemaglutinación. Otras hormonas que aumentan con el embarazo incluyen a los
estrógenos, en especial el estriol, y la progesterona.
Tamaño
abdominal:
Por
lo general, hacia las doce semanas de la gestación se hace posible palpar el
útero por encima de la sínfisis púbica o monte de venus. Desde ese momento, el
útero continúa aumentando gradualmente hasta el final del embarazo. El aumento
del tamaño abdominal puede también deberse a otras causas que excluyen al
embarazo, como son los miomas uterinos, tumores de ovario, ascitis, etc.
FORMAS
DEL ÚTERO:
Signo de Noble-Budin:
A
partir de las ocho semanas de la gestación la presión del producto de la
gestación hace que se ocupen los fondos de saco que se forman en la unión de la
vagina con los lados del cuello uterino. De modo que se percibe en el tacto
vaginal, la forma redondeada y turgente del útero al explorar los lados
profundos del cuello uterino.
Signo
de Hegar:
A
partir de la sexta a octava semana del embarazo, durante el examen bimanual del
útero se siente blando en exceso, pastoso y elástico—en especial el istmo del
útero— en contraste con la dureza y firmeza del cuello uterino.
Signo
de Piskacek:
Al
realizar la exploración física del útero, en especial si la implantación del
embrión ocurrió cercano a uno de los orificios de las trompas de Falopio, se
percibe una asimetría con prominencia hacia el cuerno uterino que sostiene la
implantación. Es un signo que puede observarse también con el uso de
anticonceptivos orales.
Signo
de Goodell:
Relacionado
con cambios del cuello uterino, el cual se vuelve blando con el embarazo a
diferencia de su consistencia dura en estados no gestacionales. Se hace la
analogía de sentir el cuello uterino como tocar los labios bucales, en vez de
sentirlo normalmente como sería el tocarse la punta de la nariz.
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